*Un post de Anna Alvarez (@floritismo),
Ahora sí. Acabó el verano y volvemos a empezar. Este año las vacaciones han sido de verdad. Por primera vez en mucho tiempo no he querido dedicarme demasiado a las flores y me he dedicado a descansar y a desconectar. Y no diré que lo he conseguido del todo, porque mentiría, pero si he conseguido alejarme mucho del ordenador y bastante del móvil.
Lo que sí que he hecho ha sido pensar. He pensado mucho en este año y medio que llevo desde que empecé a plantar flores. He visto que hago demasiadas cosas, demasiadas para cualquier persona normal e incluso demasiadas para mí, que siempre he hecho mas cosas que la gente normal.
El porque hago tantas cosas viene de lejos, de los años que pasaron entre que empecé mi blog y empecé a plantar mi granja de flores y lancé mi tienda online oficialmente. Pasé mucho tiempo solo observando, leyendo y escribiendo sobre flores. En todo ese tiempo se me ocurrieron mil y una ideas para hacer. Todas estaban en mi cabeza, no sabía si algún día las iba a llevar a cabo. De hecho vivía en un rascacielos en Panamá, lo veía tan lejos y tan imposible, que me limitaba a irlas anotando en una libreta.
Pero como ya sabéis, la vida da muchas vueltas y de golpe volvimos de Panamá, Cuando llegó el momento de poner en práctica todas mis ideas, empecé por la idea principal, la que da sentido a todo y la que mas ilusión me hacía: la de mi granja de flores. Empecé como ya sabéis y os contaba en este post, cultivando flores en un pequeño trozo de tierra de mis padres, hasta que encontrara algo mas grande y mas cerca de casa. Ese día aun no ha llegado y seguimos cultivando flores en un trocito pequeño de ese terreno. Y sigue siendo lo que mas feliz me hace aunque es a lo que menos tiempo dedico.
Todo lo demás fue llegando solo, todas las ideas o sueños que tenía, se fueron cumpliendo, Es así. Para mí es magia, porque todo lo que soñé que se podía hacer con flores, fue surgiendo de manera natural, básicamente porque vosotros me lo fuisteis pidiendo. Primero me empezasteis a pedir mis campanas con flor preservada, después mis semillas y bulbos, después vinieron los talleres, bodas y eventos y por último, y esto sí que no estuvo jamás en mi lista de posibles porque nunca me lo imaginé, vinieron los jardines con mis flores y las minigranjas de flores.
Hay aun muchas cosas de esa lista que no han visto la luz, o porque no me quedan horas o porque no me lo habéis pedido con la suficiente insistencia. Algunas ideas son realmente buenas y estoy segura de que algún día, puede que cuando las niñas sean mas grandes, las llevaré a cabo. Otras probablemente se quedarán siempre en eso, una idea apuntada en una libreta.
Ahora veo que mi problema fue que no seguí mi instinto, seguí el vuestro. Tampoco seguí ninguna estrategia, las seguí todas. Me lancé con mil ideas a la vez, con todo lo que me pedíais, y las mil me funcionaron. Y cuando ha llegado el momento de centrarme porque me es materialmente imposible continuar con todo, me toca elegir, y eso es muy difícil. Llevo meses pensándolo y es casi imposible saber cuál es el camino correcto, nunca lo sabré.
Pero estas vacaciones algo ha cambiado. No he pensado en todo lo que podría hacer y no hago, sino en lo que quiero hacer. Es muy simple pero hasta ahora no lo había pensado así, me parecía que tenía que aprovechar todas las oportunidades, que eran señales que me mandaba el destino. Y no hay que ir a por todas, hay que ir a por las importantes, a por las que aporten, a por las que te hagan crecer como persona.
Realmente me apetece hacer sitio, vaciarme de trabajo, dejar encargos y trabajos en los que ya no puedo aportar nada nuevo, y tener tiempo para desarrollar esas ideas que se quedaron olvidadas y que me parecen buenísimas.
Ahora me pongo a hacer balance y puedo estar muy orgullosa de todo lo que he conseguido en relativamente poco tiempo, pero se que aun no he llegado a donde yo quería llegar. Es decir, cualquier persona estaría contenta de poder dedicarse solo a decorar bodas, yo ahora mismo ya podría hacerlo y sin embargo no siento que esa sea mi finalidad en este mundo. También tengo suficientes clientes como para dedicarme exclusivamente a diseñar jardines, pero tampoco siento que sea ese mi cometido. La tienda online marcha tan bien que desde abril tuve que ponerle freno limitando stocks cada semana y para los talleres floritistas, me reserváis plazas aun sin tener fechas decididas. Pero no es ahí a donde yo quiero llegar, por primera vez lo veo claro.
Muchos diréis que eso es éxito, pero yo no lo veo así. Veo que acabé el mes de julio cansada, muy cansada, hipercansada y agotada. Creo que emprender conlleva un gran esfuerzo por nuestra parte, y si tienes la gran y enorme suerte de tener éxito, sigues teniendo que esforzarte tanto o mas para estar a la altura de las circunstancias, y mantenerte ahí.
Probablemente esto es mas una carrera de fondo que un sprint con final feliz, de lo que consiste es de disfrutar de todo el proceso, y aunque cansada como la que mas, lo estoy disfrutando mucho. Eso sí que no me lo quita nadie. Y siempre digo que el día que no disfrute preparando ramos de novia, dejaré de hacerlos.
Otra cosa de la que me he dado cuenta en mis reflexiones de verano, y que el tarot me ha confirmado, es de que tengo que centrarme solo en lo que me gusta, en lo que dispara las mariposas de mi estómago. Eso es lo que vale la pena. Y he descubierto que lo que mas disfruto es cada nuevo comienzo, cada lanzamiento, cada primera vez. Eso es lo que me hace vibrar y seguir.
El problema es que cada nueva etapa que empecé debería haber llevado ligado el cierre de la etapa anterior, y yo no lo hice. Fui abriendo etapas, empezando nuevas aventuras, sin dejar nada atrás, sin soltar lastre. Este ha sido mi fallo. Y me he agobiado mucho los últimos meses por no saber hacia donde tirar, que dejar de hacer, en que centrarme. Y no hace falta ser tan drásticos porque todo se va colocando solo en su lugar. Las cosas que menos me apetece hacer las estoy dejando de hacer de manera gradual y natural, sin forzar nada.
Y llegados a este punto de mi reflexión de final de verano, me diréis que que no tengo remedio y lo se. Ya tengo en la cabeza dos nuevos
proyectos que eclipsan a todo lo demás y se que no voy a parar hasta que los ponga en marcha. Uno de ellos ya lo he empezado a desarrollar con algunos clientes en fase de pruebas, como siempre por petición popular. El otro lo veréis en breve. Pero esta vez será diferente, esta vez si cerraré puertas, tengo que hacerlo por mi salud mental. Las cerraré despacito, sin prisa pero sin pausa, sin dramas ni lágrimas.
¿Lo conseguiré? Por supuesto que seréis los primeros en enteraros. Por ahora no os puedo contar demasiado, solo deciros que será un poco como volver a empezar y que me muero de ganas. Será difícil, tendré que salir (y mucho) de mi zona de confort, pero estoy segura de que lo voy a disfrutar mucho.
Gracias por escucharme siempre, la mayoría de vosotros en silencio, otros muchos desde instagram, facebook, o mandándome ánimo siempre en los comentarios o a través de mi correo personal. Gracias de corazón por estar siempre ahí.
Ahora sí que sí, volvemos a empezar.
P.D.: Fotos de Mi granja de flores en el mes de mayo de 2017
0 respuestas
Pues eres una valiente.
Yo creo que estás en una etapa fantástica del éxito… la que te permite elegir!
Me encantará ver por dónde te llevan tus decisiones!
Hola, Anna:
Como siempre, me encanta la sinceridad que le pones a todo lo que haces y esa pasión que te llevará adonde te propongas.
Sigue disfrutando del camino y dejándonos acompañarte.
Anna qué reflexiones más maravillosas!!!
Me ha encantado leerte, un abrazo y te acompaño en este principio de curso, esta página en blanco fantástica: muuuuacks