Hola,
Si nos sigues de hace años o has leído nuestro libro puedes saltarte el siguiente párrafo de este email porque esta historia la he contado innumerables veces y seguro que ya te la sabes. Pero si hace poco que estás por aquí sigue leyendo.
Floritismo empezó antes de yo saber que en un tiempo iba a haber algo que empezar. Fue preparando mi ramo de novia. En aquella época me recorrí varias floristerías buscando un ramo de novia, pero nada se parecía a lo que tenía en mente, así que decidí hacerlo yo misma. Fui al mercado el día antes de la boda y elegí las flores que más me gustaron, sin saber siquiera su nombre. Y preparando ese ramo sentí por primera vez, creo que en toda mi vida, paz y calma. Me sentí tan conectada y tan bien, que un año después, cuando dejé mi trabajo como ingeniera para reinventarme profesionalmente, recordé esa sensación de paz que sentí haciendo mi ramo de novia y decidí que eso era a lo que me quería dedicar a partir de ese momento. Sin yo saberlo, aquel día, preparando aquel ramo, había empezado Floritismo.
Y aquellas 12 flores que ni siquiera sabía cómo se llamaban, se convirtieron en mis flores estrella, las que más me gustan, las que más disfruto preparando cada año para vuestros ramos viajeros o para nuestras novias. Son también las flores que nos representan en nuestro logo. Aquellas 12 flores eran ni más ni menos que 12 peonías Sarah Bernhardt.
Y te puedes enamorar de una flor sin conocerla, a mí me pasó. Pero cuando empiezas a profundizar un poco y a aprender más cosas de ellas, ese enamoramiento inicial se convierte en amor puro y duradero. Y así será para siempre, porque a las peonías se lo debo todo. Porque si mi ramo hubieras sido de rosas o de tulipanes, quizás no habría tenido ese micromomento de nirvana y ahora no estaría aquí.
Así que hoy os propongo conocer un poco mejor esta flor que tanto me gusta.
Existen tres tipos de peonías: arbustivas, herbáceas e híbridas.
Las que nosotros cultivamos y vendemos en la tienda son las que se usan para flor cortada, y son las herbáceas, las llamadas Peonía lactiflora. Son raíces que cada año crecen en primavera, dan flores una única vez y después se mantienen verdes hasta el otoño, cuando se marchitan y desaparecen totalmente.
Las peonías arbustivas y las híbridas dan flores varias veces y su tallo no desaparece cada otoño, sino que es leñoso y se mantiene, como los rosales. Sin embargo las flores no tienen tallos tan largos y suelen ser flores más simples, con una sola capa de pétalos. Prácticamente parece otra flor, por eso nosotros no las cultivamos.
En cuanto a las peonías herbáceas, hay varios tipos en función de la disposición de sus pétalos exteriores y petaloides: simples, tipo anémona, japonesas, semidobles, dobles y tipo bomba, según la «American Peony Society». Claro que las peonías también tienen una Society, si la tienen los Iris y los Sweet peas ¿cómo no la iban a tener las peonías?.
Otra curiosidad de estas flores es que no existe un aroma a peonía como tal. Cuando veo velas, perfumes o jabones con supuesto aroma a peonía no puedo evitar sorprenderme. Cada tipo de peonía tiene un aroma diferente, y además es una de las pocas flores de la que es imposible sintetizar un aroma, ya que no se pueden conseguir aceites esenciales de ellas, a diferencia de las rosas o la lavanda, cuyo aroma se extrae de su aceite esencial.
Uno de mis olores favoritos del mundo es el de la peonía Ducheses de Nemours. La Sarah Bernhardt también tiene un aroma muy agradable y en cambio no se parece en nada al de la Duchese de Nemours. Por eso si algún día te venden cualquier cosa random con aroma a peonía, desconfía. No es aroma real, sino recreaciones artificiales obtenidas a base de mezclar diferentes aromas, que a su creador le parece que huele a peonía, así en general, pero nada más lejos de la realidad. He olido muchísimos supuestos aromas a peonía y os aseguro que ninguno de ellos me ha recordado en ningún momento a ninguna de las peonías que he tenido la suerte de oler. Ojalá algún día alguien supiera recrear, aunque sea artificialmente, el aroma de la Ducheses de Nemours. Yo ese perfume o esa vela sí la compraba. Por ahora prefiero disfrutar de su aroma directamente de las peonías en primavera cuando tengo la suerte de que florezcan en la granja.
La vida de una peonía es de entre 50 y 100 años. Tengo dos seguidoras con unas peonías increíbles, heredadas de sus abuelas. Cuando me envían flores de sus cientos de brotes y posteriormente sus cientos de flores, de una sola planta, me muero de envidia. Y cada vez que planto una nueva peonía en mi jardín pienso que ojalá cunado yo no esté mis nietas o las hijas de mis nietas las disfruten y se sientan muy afortunadas de haber heredado, no tanto una casa con jardín, como un jardín lleno de peonías centenarias.
Todas las variedades de peonía que disfrutamos hoy en día son híbridos creados por diferentes cultivadores.
Igual que los rosales, que os contaba hace dos semanas que recibían nombres de personalidades o miembros de la realeza, las peonías también homenajean a diferentes personajes en función de cuando fueron creadas. Por ejemplo:
– La peonía Duchesse de Nemours, creada en 1857 por Jacques Calot en el norte de Francia, se la dedicó a la princesa Victoria de Sajonia, prima de la Reina Victoria, que falleció aquel mismo año dando a luz a su cuarto hijo.
– La famosa Sarah Bernhardt, creada en 1906 por Victor Lemoine, supone un tributo a la excéntrica actriz francesa, que coleccionaba amantes, perros y loros, y dormía en un ataud.
– La Karl Rosenfield, que recibe el nombre de su creador, un sueco que emigró a Estados Unidos con 14 años, y tras muchos años de trabajar en la industria tabacalera, a los 27 años compró una granja en Nebraska y se dedicó a cultivar peonías. En total creó 28 variedades siendo esta de color burdeos la más famosa, introducida al mercado en el año 1908.
– La Lady Alexandra Duff, creada en 1902 por James Kelway, dedicada a una nieta del rey Eduardo VII, que durante la Primera Guerra Mundial, trabajó como enfermera en el Hospital St. Mary en Paddington.
Y termino con una casualidad de las que me gustan. Las peonías son muy abundantes y apreciadas en China. Todos los años se celebran Festivales dedicados a esta flor en varias ciudades chinas, siendo el más famoso de todos el de la ciudad de Luoyang. Así que esta mañana, mientras me documentaba para escribir este email, he añadido Luoyang a mi lista de futuros destinos para la vuelta al mundo floral (si no sabes de qué hablo, ve a leer mi primer email de este otoño). Pues bien, esta tarde, volviendo en coche con Emma de una de sus competiciones, me pregunta que dónde iremos este año de viaje. Yo le pregunto a ella que a dónde le gustaría ir y me dice, sin pensárselo ni un segundo: «a China, mamá, quiero ir a China».
#lascasualidadesdefloritismo golpean de nuevo.
Es improbable que podamos viajar a China cuando las peonías florecen porque coincide con la época en la que tenemos más trabajo (primavera) y las niñas tienen colegio, así que por ahora esta casualidad va a caer en saco roto.
Pero hay otro festival de peonías un poco más cerca que acabo de leer que se va a celebrar por primera vez este próximo 2023. Será en Rumanía, ya que acaban de nombrar a la peonía la flor oficial de este país. Quizás a este sí podríamos escaparnos, sería una maravilla.
Mientras tanto me conformo con crear mi propio festival de peonías tanto en mi jardín como en la granja, porque este año ampliamos y plantamos varias raíces nuevas.
En nuestra tienda tenemos una selección de raíces de peonía disponible para que plantes ahora. El otoño es el mejor momento para plantar peonías, porque nos acaban de llegar (en realidad nos llegan mañana lunes) y vienen llenas de yemas rosadas. Si las plantas ahora, en primavera estarán establecidas y tienes un 33% de probabilidades de que florezcan. Las puedes plantar en maceta y no necesitan riego ni cuidados durante el invierno, simplemente plantarlas y dejarlas ahí hasta la primavera.
La mayoría de peonías que nos gustan son de tipo doble. Parece que tengan muchísimos pétalos pero en realidad los pétalos solo son los 5 exteriores que rodean toda la flor. Cuando esta se abre, deja al descubierto un interior formado por estambres y carpelos en forma de pétalo. Son las siguientes:
Las peonías tipo bomba, tienen una fila exterior de pétalos protectores que rodean un círculo interior de pétalos que en realidad son estambres. Las más famosas son las Sarah Bernhardt, aunque este año tenemos también a sus tocayas en burdeos, las Red Sarah Bernhardt.
Las peonías Semidobles tienen cinco o más pétalos protectores externos y en el interior o bien encontramos un centro de más pétalos mezclados con estambres o bien solo estambres. Este año solo tenemos un tipo de peonía semidoble, la Coral Sunset, que es absolutamente sorprendente por su color rosa coral intenso, que a medida que se va abriendo la flor se va volviendo más claro hasta quedar casi blanca cuando la flor está a punto de marchitarse.
La semana pasada os contaba mi experiencia emprendiendo como florista y os hablaba de nuestro curso completo de Florista Sostenible. Os dejé una oferta solo por una semana con motivo del Black Friday, pero como hace ya semanas que nos bombardean con publicidad de este día, pensaba que era el viernes pasado y no, resulta que aun queda otra semana más de agonía y publicidad. Así que me veo obligada a alargar este descuento. Con el código «CONSTANCESPRY» conseguirás 100€ de descuento en el curso completo de Florista Sostenible. Además ahora puedes pagar en 3 plazos sin intereses desde Paypal.
P.D.: Si quieres profundizar un poco más te dejo enlace a algunos posts que escribí en el blog hace años sobre estas flores, con muchísima información sobre cultivo y cuidados de las peonías:
– Mi ramo de novia de peonias
– Tipos de peonías
– Comprar peonías: consejos de compra y cuidados
– Cómo plantar peonías.
También en el hashtag de instagram #laspeoniasdefloritismo tienes muchísimas fotos y información sobre estas flores.
Y aquí termina nuestra novena semana de curiosidades florales.
Te deseo una feliz semana y nos vemos en 7 días con la décima Curiosidad Floral de Otoño.
Un abrazo,