Cuando estaba embarazada de Emma, allá en Panamá. trabajaba de sol a sol, y cuando llegaba a casa, solo me quedaban fuerzas para leer. Leí muchísimo aquellos meses. Uno de los libros que más me marcó fue «El lenguaje de las Flores». Y salta a la vista cómo me marcó que ahora me dedico a ellas… A las hormonas del embarazo se le sumó el estar lejos de mi familia, y que además este libro me lo recomendaron mi sobrina y mi madre, por lo que me acordaba mucho de ellas al leerlo. Todo esto mas ciertos capítulos muy duros del libro, hicieron que llorara a moco tendido durante toda la segunda mitad del libro. Seguramente sin ese libro no estaría ahora aquí, por eso es tan importante para mí. Hoy Anna Codorniu nos cuenta su visión del libro en otro de sus posts de descubrimientos de cosas bonitas. Os dejo con su crónica.
Cuando Anna y yo empezamos a hablar de que yo pudiera escribir en su blog de forma habitual, le pedí nombres de libros donde pudiera empaparme del mundo floral o aprender un poco porque mi conocimiento en el sector no va más allá de mi amor hacia ellas. Me dio unos cuantos títulos pero me dijo que el que para ella lo había iniciado todo había sido El lenguaje de las flores, de Vanessa Diffenbaug. Me advirtió de que era una novela y eso me sorprendió porque esperaba una especie de manual con información y características sobre flores, pero lo compré igualmente.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una novela; que no me involucraba en la historia de esa manera, que no me encontraba en la contradicción de querer leer más rápido para saber cómo se desenlaza la historia y qué pasa con los protagonistas, a la vez de no querer avanzar para no terminarlo definitivamente.
El lenguaje de las flores trata de la historia de Victoria, una joven que ha pasado 18 años entrando y saliendo de diferentes casas de acogida y pisos tutelados. Al cumplir los 18 debe emanciparse y andar por su cuenta pero, sin ningún tipo de expectativas de futuro, la idea no resulta muy alentadora. Encuentra trabajo de ayudante en una floristería y esto la conecta con todo lo que aprendió mientras vivió con Elizabeth, una madre de acogida con la que estuvo un tiempo. Victoria domina perfectamente el lenguaje de las flores – el que se utilizaba en la sociedad victoriana para expresar sentimientos – y hace ramos llenos de significado para sus clientas. Cuando se centra en las flores es capaz de dejar a un lado los fantasmas que la persiguen, que no son pocos. En su nuevo trabajo encuentra también a Grant, a quién ya había conocido en otra época de su vida, y las diferentes historias de pasado y presente se entrelazan deliciosamente. El lenguaje de las flores trata del amor en todos los sentidos, aunque muy especialmente del amor y el vínculo materno-filial; trata de la capacidad de superación, del miedo; de las limitaciones de los sistemas de protección y atención a niños desamparados; de la posibilidad que tenemos de reescribir nuestro futuro y romper con ciertos condicionantes; de la capacidad de confiar; de la importancia de encontrar lo que te hace feliz; y del poder curativo y transformador que tienen las flores (en este caso) pero yo diría que cualquier pasión.
Después de leerlo me han entrado muchísimas ganas de aprender más y más sobre el significado de las flores, sobre su cuidado; me han entrado ganas de plantar mis propias flores, de tener más plantas y de cuidarlas mejor, de mimarlas. Por lo pronto he ido a la floristería donde voy habitualmente con todas mis plantas para que les hiciera un diagnóstico y me diera consejos sobre cómo cuidarlas mejor, y me he comprado A victorian flower dictionary: the language of flowers companion, para profundizar en sus significados. Me gustaría que, a partir de ahora, si compro flores para mí o las regalo a alguien, tengan un significado y una intención, que lleven un mensaje, aunque la persona que las reciba no sepa cuál es (al menos no conscientemente).
Espero que, si te animas a leerlo, te guste tanto como a mí
El próximo 21 de mayo sale a la venta nuestro primer libro, en el que te enseñamos todo para que cultives tus propias flores. Puedes conseguirlo en preventa y te lo mandamos firmado y con un sobre de semillas de regalo.
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Como me ha gustado este post, y mas siendo tan afortunada de que estas Navidades conocí a Anna en Madrid quede para tomar un café con ella (me hacia una ilusión tremenda) la seguía a través de otro blog que también leía y era tanto lo que me gustaba que contaba y como lo hacia que quise conocerla al ir a pasar unos días allí y hablamos de todo entre otras cosas del libro que quise comprar por una de sus recomendaciones y no encontré y me dijo ahora vamos a ir a un sitio y me llevo a una librería y me lo regalo, ahora lo estoy leyendo y espero disfrutar tanto como vosotras y entender lo que dicen las flores y sus nombres, gracias Annas, una por recomendarlo a una Anna que esta a su vez me lo regalo a mi, un beso
espero que lo estés disfrutando, Elena 🙂 me gustó mucho conocerte y tomarnos ese cafelito juntas!
Siiiii!!, y también me encanta este blog, que de cosas bonitas, me estoy enganchado, como que me voy apuntar en un taller de plantas y flores y hoy me he comprado unas laminas de plantas preciosas, gracias preciosa.
de verdad? ay, cuánto me alegro, Elena! qué bien 🙂 ya me dirás qué tal el taller! un beso grande