La semana pasada empezó el otoño y ya sabes lo poco que me gusta esta época. Los días se hacen más cortos, empieza a hacer frío a ciertas horas, y lo peor de todo: se empiezan a marchitar las flores. En unas semanas nos toca desenterrar las dalias y dejar que la tierra descanse para poder sembrar los bulbos y semillas que florecerán en primavera. Se que es un momento de parón necesario para que la vida pueda seguir su ciclo. Para que haya primavera tienen que existir los inviernos y los otoños antes.
Esta época sin flores no es mi favorita del año. Por eso los 3 últimos años inventé un reto para sobrevivir, el reto de las 21 semanas para llegar cuerdos a primavera. Durante 21 semanas escribía un email cada domingo a nuestros suscriptores con un reto para sobrellevar mejor esta época de otoño e invierno en la que escasean las flores. Y para mí de alguna manera los niveles de felicidad son directamente proporcionales a la cantidad de flores que tengo en la granja.
Pero este año he decidido que no va a haber reto. No porque ya no me afecte el otoño ni porque no esté deseando que vuelva el buen tiempo, sino porque quiero cambiar de enfoque. En lugar de pasarme estos próximos 6 meses esperando la primavera, prefiero que este año sea la primavera la que esté deseando que nosotros nos encontremos con ella. Cambiar de actitud también puede ser una buena manera de sobrellevar el tedio otoñal.
En lugar del reto 21 semanas, he decidido empezar las «13 Reflexiones de Otoño», a las que, si todo va bien, seguirán las «13 Reflexiones de Invierno». Al tener que contar solo hasta 13 se nos hará un poco más corto. Aunque a la larga son más semanas, porque serán dos veces 13, 26 semanas contra las 21 de otros años. Eran 21 semanas porque lo empezaba un poco más tarde, más o menos cuando arrancábamos las últimas dalias.
Cada domingo enviaré un email con la reflexión de la semana, y también la subiré al blog. Esa reflexión puede venir inspirada por una película, un libro, una frase o algo que me haya inspirado esos días. Después te contaré algunas de las novedades de nuestra tienda online o instagram, si hemos lanzado algún producto nuevo o si hay algo que tes quiera contar
Espero que te guste este nuevo formato. Empezamos con la primera Reflexión de Otoño.
Anoche me quedé hasta las 3 y media viendo Downtown Abbey. No es que esté enganchada a esta serie y que no pueda dejar de verla. Sí que me está gustando mucho pero aun así en un día normal me duermo en los primeros 15-20 minutos del capítulo. Ese acento tan british que tienen todos los personajes es de lo más relajante. Pero por la tarde estuvimos merendando fuera con las niñas y me pedí un frapuccino de aquellos en vaso gigante. Y no tuve en cuenta que a mí el café después de las 5 de la tarde me impide conciliar el sueño. Por la noche me puse a ver Downtown Abbey, a ver si el acento british obraba su magia. Pero iban acabando unos capítulos y empezando otros, y nada de sueño. Hasta Netflix me preguntó si seguía viva. Y no hubo manera de dormirme ni con el rimbombante acento inglés.
En el último episodio que vi antes de que por fin, me entrara sueño (temporada 2, capítulo 8), Jane, una de las criadas se despide de Lord Crawley. Ambos están medio enamorados pero como su romance noble/criada es imposible, ella decide dejar la casa. Antes de irse, Jane le pregunta a Robert:
– ¿Serás feliz? ¿Feliz de verdad?
A lo que él responde:
– No tengo derecho a ser infeliz, y eso es casi lo mismo.
– Casi – le responde ella.
Hay un breve silencio, y ella añade en tono lloroso:
– Pero no es lo mismo.
Este diálogo me dio que pensar que la diferencia entre ser feliz y no ser infeliz solo parece que es un pequeño matiz. Y sin embargo puede ser muy diferente tener una vida feliz o tener una vida y no ser infeliz. No todos los días ni en todas las épocas de tu vida estás exultante, sientes alegría desmesurada, ni andas emanando confeti y purpurina allí por donde pasas.
También tendrás momentos de mierda, épocas en las que todo te sale mal y parece que las desgracias se suceden unas tras otras, como los capítulos de Downton Abbey en una noche de insomnio.
Y luego tendrás temporadas, que serán la mayoría, en las que sencillamente todo irá normal, que ya es mucho.
¿Significa eso que aunque no seas infeliz tampoco eres feliz?
No lo afirmo ni lo niego, solo es mi reflexión de hoy. Te la dejo para que lo pienses, y si sabes la respuesta, la compartas conmigo.
Históricamente he sido incapaz de ser feliz en otoño. Siempre recuerdo los principios de curso como tristes, lluviosos, melancólicos. Como te decía al principio, este año quiero darle la vuelta. En lugar de pensar que como no eres infeliz no significa que seas feliz, lo pensaré al revés:
No ser feliz en este momento, no significa que sea infeliz.
En realidad nadie necesita estar exultante todo el tiempo, no necesitamos la purpurina y el confeti en todo momento, sería agotador. Está bien que tengamos épocas de normalidad, épocas de recuperación, como el suelo en otoño e invierno recupera sus nutrientes.
En inglés británico (el que da sueño) el otoño es «autumn», pero en inglés americano tienen una palabra mucho más bonita. Los americanos le llaman «fall», que significa caer. Las hojas caen, así como las horas de luz. Como cae nuestro nivel de energía y de felicidad.
Pero ya sabes que cuando caes, cuando tocas fondo, solo puedes levantarte con más fuerza. O quedarte en el hoyo, pero eso no entra en mis planes por ahora.
Este año, en lugar de ver el otoño como esa época triste y lluviosa llena de desdichas, empezaré a verlo como una pequeña caída cuyo objetivo es coger fuerzas para levantarme con más fuerza.
Feliz comienzo de otoño.
El viernes me entrevistó @elrincondemeriyou_czt en instagram (te dejo enlace) y tuvimos una charla muy agradable sobre nuestros inicios y sobre trabajar en pareja. Lástima que me llamaron justo al final y se cortó, perdí todas las preguntas que me fueron haciendo durante el directo y me supo fatal no poder responderlas.
Me entraron ganas de organizar charlas así todas las semanas, invitar a algunas amigas emprendedoras y que nos cuenten su experiencia. De hecho ya tengo en mente unos cuantos nombres con quien me encantaría charlar. Ahora me falta ponerme manos a la obra y hacerlo. ¿Qué te parece, me animo?
Esta semana en Instagram hemos publicado el Flower Farm Tour del mes de Septiembre. Hace ya un año que empezamos a grabar videos mensuales de nuestra granja y ahora que están todos juntos en Instagram TV me he puesto a repasarlos. Es alucinante como cambia la tierra en cuestión de días. Lo que en primavera está lleno de color y alegría, en diciembre solo es tierra marrón y aburrida. Grabar estos videos es un pequeño esfuerzo cada mes, que sinceramente, muy poca gente ve, pero ahora que los tengo todos juntos, creo que ha valido la pena, aunque solo sea para verlos yo. Así que este próximo año seguiré haciéndolos.
Te dejo el enlace por si no has visto aun el video de septiembre.
Ver el flower farm tour de septiembre
El pasado lunes fue un día muy especial porque lanzamos la preventa de la nueva colección de bulbos y semillas. La acogida fue increíble, nuestra web se quedó pequeña durante unas horas y se colgó en varias ocasiones, incluso antes de que le pudiera dar a publicar los nuevos productos. No nos esperábamos tantas visitas de golpe y la verdad es que fue muy emocionante ir viendo como los pedidos iban llegando sin parar.
Este año tenemos muchas variedades nuevas de tulipanes, unos nuevos ranúnculos color café, las anémonas burdeos, un nuevo pack de jacintos en tonos rosa y lila pálido, otro pack de narcisos super originales en tonos salmón, diferentes a los que teníamos otros años, un montón de variedades nuevas de guisantes de olor y muchísimas semillas que sabemos que nunca fallan mezcladas entre los bulbos.
Este año hemos incrementado nuestro stock para que no pase como el año pasado y nadie se quede sin bulbos el primer día y podáis comprar con calma. La verdad es que estamos un poco apretados en la tienda entre tantas cajas de bulbos, casi no cabe ni un alfiler. Pero mañana lunes empezaremos a enviar los pedidos de la preventa y esperamos que empezar a vaciar cajas y a tener espacio otra vez.
Ir a ver la nueva colección
Y con esto terminamos este primer email. Gracias por leerme y acompañarme esta tarde de domingo.
Te deseo una feliz semana y nos vemos la próxima semana con la segunda Reflexión de Otoño.
Un abrazo,