Esta semana hemos tenido un intensivo de amigos. Entre cenas, barbacoas y encuentros casuales por la calle, creo que me he reunido con casi todos mis grupos de amigos en los últimos 4 días.
Creo firmemente que los amigos es una de las cosas más importantes que tenemos en nuestra vida. Hace dos años, escribiendo nuestro libro, recopilé varios estudios que demuestran que las flores y las plantas nos hacen más felices para incluirlos en uno de los capítulos. Uno de los estudios que puse como ejemplo fue el libro «Ikigai», de Francesc Miralles y Hector García. En este libro, los autores estudian una de las poblaciones más longevas del mundo, la de la isla de Okinawa, en Japón. Todos sus habitantes viven más de 100 años. Los autores observan un factor común en todos los habitantes de esta isla y es que mantienen una vida activa y llena de propósitos que se sustenta en dos grandes pilares:
– El primero es tener un huerto, que los mantiene activos físicamente y los hace sentir útiles
– El segundo es que todos mantienen una vida social muy activa, se reúnen periódicamente en clubs para jugar a dominó o hacer excursiones.
Recuerdo que tomé muchas notas cuando leí este libro, y doy fe de que mantener un huerto nos hace más felices, pero lo que más me llamó la atención fue que juegue un papel tan importante la amistad. El sentirnos acompañados, queridos, importantes y necesarios para los demás nos hace vivir más años. Cuando lo leí me propuse organizar por lo menos una vez por semana una comida con amigos o familia. Una comida o cena sin prisas, con sobremesas largas, sin móviles ni preocupaciones. Y tengo que decir que hasta antes de la pandemia lo fui cumpliendo todas las semanas. Después vino el gran cierre y hemos estado mucho tiempo sin ver a amigos ni a familia. Pero ahora estamos recuperando el tiempo perdido y me doy cuenta de que nos está sentando realmente bien, tanto a Rubén como a mí.
Hace poco Charuca envío una newsletter en la que hablaba de la soledad y de lo difícil que son los domingos por la tarde para las personas que están solas. Ella ha tenido una iniciativa preciosa de montar un grupo de telegram en el que va presentando retos, y los primeros consistían en quedar con desconocidas para tomar un café o incluso invitarlas a tu casa para combatir esa soledad. Salir de tu zona de confort y conocer a gente nueva. Incluso Charo ha organizado una cena con 10 desconocidas en noviembre. El resultado ha sido que personas de toda España han podido contactar con otras personas de su misma ciudad, reunirse, tomar un café y charlar, y me parece una idea tan bonita que hasta me emociono. No he participado en esta ocasión porque no estoy en un momento en el que necesite conocer a personas nuevas, pero lo he estado en alguna ocasión y recuerdo lo difícil que es vivir en una ciudad que no es la tuya y no conocer a nadie. Y también recuerdo lo bien que me sentí y el gran soporte vital que obtuve cuando conocí a las que se convirtieron en mis amigas del alma en Panamá. Me dieron la vida nuestras tardes de parque, las excursiones del fin de semana, las cenas de los viernes en la pizzería… Ellas fueron mi terapia y mi salvación, y mi vida no habría sido igual si no las hubiera conocido.
No todo el mundo tiene un círculo de amigos al que recurrir para organizar planes, cafés, comidas o barbacoas. Puede que te hayas cambiado de ciudad o de país, como me ocurrió a mi, puede que ya no te lleves bien con tus amigos de siempre, que te hayas separado, que te hayan traicionado, o puede que hayas tenido mala suerte en la vida y nunca hayas coincidido con personas como tú con las que establecer una amistad. No es un fracaso estar solo en un determinado momento de tu vida, seguramente no es culpa tuya. Pero no dejes que eso te defina, todo el mundo debería tener amigos y en cualquier momento puedes hacer algo por conseguirlos.
Una de mis mejores amigas solía viajar mucho sola cuando éramos veinteañeras y yo la admiraba profundamente. Yo jamás me hubiera atrevido, pero ella me contaba que nunca estás más acompañada que cuando estás sola. Que viajando sola siempre acababas hablando con uno o con otro en trenes, aviones, estaciones de metro… Que unos le presentaban a otros, y siempre acababa en casa de desconocidos o en fiestas locas en las que acababa conociendo a más personas aun.
Y es cierto. Estás mucho más receptivo a conocer a personas nuevas cuando estás solo. Con esa filosofía recuerdo una tarde en Viena. Había viajado con Rubén pero ese día había un partido que él quería ver, así que se quedó en el hotel y yo me fui sola a pasear por la ciudad. Me senté en una terraza a comer algo y en seguida los dos chicos que se sentaban en la mesa de al lado al verme sola me dieron conversación y acabamos tomando vino blanco y contándonos nuestras vidas y milagros. Si hubiera estado ahí mismo sentada con Rubén seguramente nunca habría terminado hablando con ellos ni habría conocido su historia ni ahora los estaría recordando. Nunca estás más acompañado que cuando estás solo.
Mi reflexión de hoy es que debemos dar gracias por los amigos que tenemos, darles la importancia que merecen, cuidarlos y mantener esa amistad que nos da la vida. Y que si en un momento determinado no los tenemos, no nos acostumbremos a esa soledad, que salgamos, que no nos quedemos en casa. Pensemos que hay muchas personas que se sienten solas ahí afuera y que quizás solo tenemos que buscarlas y tratar de combatir esa soledad en grupo.
Recuerda: tus flores y tus amigos es todo lo que necesitas para vivir muchos años de felicidad.
Esta semana la tienda ha cumplido 6 años. Aun recuerdo esos primeros pedidos de la tienda, en la buhardilla de mi anterior casa. Lara era un bebé que dormía mucho así que me la subía y la dejaba en su mantita de juegos, entretenida tratando de golpear los peluches colgantes con la manita, hasta que se quedaba dormida mientras yo preparaba campanas de flor preservada y hacía fotos. Parece que fue ayer y a la vez parece que hayan pasado dos vidas. 6 años después aun a veces tenemos a Lara por la tienda mientras preparamos pedidos, y aun se entretiene solita, ahora jugando a que prepara pedidos y hablando sola. Nuestra tienda ha crecido con ella.
Este año es el primero que me acuerdo de este aniversario y he querido celebrarlo preparado un super sorteo en instagram que está teniendo mucho éxito. Si aun no has participado puedes hacerlo aquí. Lo hemos sorteado todo: curso online, libro, ramos, bulbos, plantas y maceteros y un rosal inglés.
Además tengo una segunda sorpresa solo para los lectores del blog. He querido tener este detalle extra con vosotros, que sois los que nos leéis todas las semanas. Muchos de vosotros lleváis con nosotros desde el principio, habéis plantado bulbos con nosotros desde ese primer año en que los plantamos por vez primera y sin tenerlas todas conmigo de si iban a salir o no. Todo esto es posible gracias a vosotros, así que esta semana os regalamos un descuento del 25% en todas las plantas y maceteros de la tienda online, con el código «felices6».
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Y aquí terminamos la quinta reflexión de otoño.
Gracias por leerme y acompañarme de nuevo esta noche de domingo.
Te deseo una feliz semana y nos vemos el próximo domingo.
Un abrazo,