Hoy te quiero hablar de un tema que fue actualidad la semana pasada, es imposible que no te hayas enterado. Falleció la Reina de Inglaterra y hasta mis hijas me lo contaron. Pero no es de su defunción de lo que quiero hablarte, si no del increíble papel que tuvieron las flores en la misma. No solo por los millones de ramos (se ha estimado que unos 60 millones de tallos) que los ingleses fueron dejando como homenaje a la Reina en diferentes puntos de Londres y de Balmoral, ni tampoco por la cantidad de rosas que se lanzaban al coche fúnebre a su paso por las calles. Lo que más me impresionó no fue esto.

Gran Bretaña es conocida por su amor por las flores. La cultura floral de este país no es comparable a la de ningún otro lugar. Lo supe al pasear por el Chelsea Flower Show, una feria dedicada a las flores y la jardinería, y ver a tantísima gente de todas las edades, apasionados por conseguir las variedades más estrambóticas de rosales o sweet peas, y sobretodo ver a tantas empresas exponiendo sus novedades florales. Mi sueño hecho realidad.

Tanta pasión floral de un pueblo también tiene que de alguna manera afectar a sus representantes, ya que la Reina Isabel fue una gran amante de las flores. Dicen que las cultivaba ella misma (imagino que con ayuda) y conocía los diferentes significados “simbólicos” de las mismas, y dado que era una mujer reservada que nunca mostraba sus sentimientos, se dice que las flores le ayudaban a expresarlos y a que así la gente la sintiera más cercana. Este lenguaje de las flores, o código de expresión, tiene su origen en una reina anterior a Isabel II: la Reina Victoria, también gran amante de las flores.

Y por lo que parece, el sucesor de la Reina, su hijo Carlos III, también es un gran amante de las flores.

Se dice que fue él personalmente quien escogió las flores que adornaban el ataúd de la Reina.

El Rey Carlos III es un gran defensor de la floristería sostenible, y es una práctica muy establecida en Reino Unido. Desde hace muchos años en todas las bodas Reales de Inglaterra solo se utilizan flores cultivadas localmente así como prácticas de floristería sostenible, es decir, nada de uso de espumas florales que no son biodegradables. En esta ocasión no fue diferente.

Las flores que escogió Carlos III para despedir a su madre estaban cargadas de simbolismo y todas cortadas de los jardines del Buckingham Palace, de Clarence House, y de Highgrove House. Eran las siguientes:

– Scabiosa color burdeos: simboliza el luto
– Sedum en tonos rosados: simboliza paz, perseverancia y calma
– Geranios: buenos deseos
– Rosas de jardíín rosa: calidez y afecto
– Mirto, que es una flor presente en todas las Bodas Reales desde la época Victoriana, cortado de la misma planta de la que se cortó la rama que llevó ella en su ramo de Novia. Simboliza la inmortalidad.
– Romero: simboliza el recuerdo
– Hojas de roble: símbolo de fuerza
– Hortensia: simboliza la gratitud

Y aun hubo otra corona, ya que el velatorio duró varios días, y esta fue la propia Reina antes de fallecer quien dejó establecido qué flores llevaría, en tonos blancos, y también cargada de simbolismo. Todas eran flores provenientes de su querida casa de Balmoral y de temporada: guisantes de olor, dalias, phlox, brezo blanco y abeto.

Estas flores contenían un fuerte homenaje a su difunto marido el príncipe Felipe, y es que el significado de las flores elegidas era el siguiente:

– Dalia blanca: simbolizan un vínculo duradero y un compromiso de por vida entre dos personas
– Guisantes de olor: se asocian a las despedidas y también son la flor del mes de abril, el mes en el que nació la Reina.
– Phlox: durante la época victoriana el uso de esta flor tan aromática demostraba un deseo de tener dulces sueños
– Brezo blanco: simboliza protección y buena suerte
– Pino de los jardines de Balmoral: despedida

A mí estas historias del significado de las flores siempre me han apasionado, y ver que se siguen aplicando a día de hoy, tantos años después de su invención, me fascina todavía más. 

Al final las flores sirven para enviar mensajes, lo veo todos los días en la tienda cuando escribo las dedicatorias de nuestros ramos, regalar flores es expresar sentimientos como agradecimiento, amor, pasión, solidaridad, empatía, disculpa… Y en el caso de una persona fallecida, que ya no podrá leer esa tarjeta ni oir esas palabras, preparar un centro floral con flores escogidas por su  significado me parece un gesto maravilloso y una bonita forma de enviar un mensaje al cielo en forma de flores. 

Y esta ha sido la curiosidad floral de esta semana.