Estamos en tiempos extraños, de confinamientos obligado debido al coronavirus. Y quería aprovechar este tiempo extra que nos ha caído del cielo para retomar el blog.

Escucho en buble “Harvest moon” de Neil Young mientras escribo estas palabras. Dadle al play para entender mejor este post. Es la canción perfecta, la mezcla justa de nostalgia  ( que es lo que toca ahora mismo) y positivismo, esto último muy necesario ahora mismo para no escribiros lo que en realidad me pasa por la cabeza, que es una mezcla de muerte y destrucción. 

Yo no debería estar por aquí, como no he pasado por aquí en el último año más que para anunciaros el lanzamiento de nuestro libro la semana pasada. Porque no pasar por aquí es sinónimo de no tener tiempo y no tener tiempo es sinónimo de estar a tope de trabajo, y eso es sinónimo de que todo va bien.

Pero estoy aquí, para enseñaros mis flores estos días que tan necesarias son, y para intentar alentaros, aunque sea mínimamente, a mantener un poco la cordura estos días tan raros.

Me veréis cada semana, los domingos a través de mis emails del Club Floritista y los lunes en el blog, para proponeros un reto semanal, enseñaros las flores de nuestro jardín, y contaros las noticias de la semana. El reto está pensado para que (me) nos ayude a llevar estas semanas de confinamiento y a llegar cuerdos a la libertad. Las noticias serán intuyo que pocas por lo parado que está todo, pero esta primera semana si tenemos novedades que contaros, así que las encontraréis al final del post.

 

Esto está siendo más duro de lo que pensábamos y aun lo será más.

Yo reconozco que empecé muy optimista esta cuarentena. Siempre he sido muy casera, me gusta mi casa, me gusta estar en ella y en los dos años que llevamos viviendo aquí, aun no había tenido tiempo de aburrirme. Siempre he tenido mil cosas pendientes por hacer y poco tiempo libre para hacerlas. Empecé muy optimista pensando que me irían bien estos días en casa para trabajar con calma, para poner mi casa en órden otra vez y para reconectar y pasar tiempo con las niñas. Pero no contaba con una cosa:

El desánimo.

Es curioso como de repente nos cae del cielo un regalo inesperado, el bien más preciado y más escaso: el tiempo. Algo por lo que suspiraba desde hace mucho, algo por lo que hubiera pagado.

Nos cae tiempo del cielo y como somos como somos, eternamente insaciables, no nos sirve. Tiempo así no. La falta de libertad menoscaba el valor del tiempo.

Pero el tiempo es tiempo igual. Si tuviéramos libertad para entrar y salir cuando quisiéramos, llenaríamos nuestro tiempo de compromisos y recados, que ahora mismo ha quedado claro que son totalmente prescindibles. Y seguiríamos sin tener tiempo.

Tiempo y libertad, menuda dicotomía.

Escribir estas palabras me hacen ver lo absurdo que resulta todo.

Ya hace unos días, la emoción inicial por quedarme en casa, dio paso a un desanimo, que he observado es generalizado. Mis grupos de whatsapp han dejado de enviar memes al mismo ritmo que en los primeros días y la gente no escribe tanto. Nos hemos encerrado un poco en nosotros mismos. 

Y es que de nada te sirve el tiempo si te faltan las ganas.

Y las ganas, amigos, van y vienen solas. Ellas si que gozan de nuestra ansiada libertad.

Pero habrá algo que podamos hacer, ¿no?

Esta primera semana tenemos que recuperar las ganas, para recuperar las ideas, para aprovechar este tiempo para hacer todo aquello que queríamos hacer cuando tuviéramos tiempo, o para no hacer nada, pero lo que sea, hacerlo con ganas.

Propongo que hagamos una lista de todas esas cosas que teníamos ahí pendientes de hacer algún día. Yo tenía una lista larguísima. Pero cuando me entra el desánimo no me acuerdo de nada.

La vamos a escribir aquí y ahora, porque si lo dejamos pasar, vuelve el desánimo, la desgana y si buscas en tu cabeza, no te viene nada que hacer.

Cuando todo esté controlado en casa, y a mi me entren las ganas de tirarme por un puente, recuperaré esta lista para ver si hay algo que pueda hacer que haga que me vuelva un poco la ilusión.

Además os he hecho un descargable para que la lista además sea bonita.