Mi parte favorita de estar en casa “castigada” sin trabajar, debido a mi reciente maternidad, es poder dedicar mis pocos ratos libres a hacer cosas que de verdad me gustan. Hace unos meses hice un curso de fotografía que me inspiró muchísimo, y ahora estoy haciendo otro sobre blogs, el Helloblogging de  #HelloCreatividad. Llevamos una semana y solo puedo decir que estoy encantada.

El ejercicio de esta semana consiste en crear un moodboard, o tablero de inspiración pero físico y tangible. Primero pensé que me encantaría poder hacer algo chulísimo pero que no me iba a ser posible porque aquí no tengo apenas cosas bonitas, ni posibilidad de comprarlas. Nos vinimos a vivir a Panamá con una maleta de ropa de verano y aquí hemos ido comprando lo justo porque no sabemos cuanto tiempo vamos a estar. Así que pensé en hacer un moodboard solo con flores, al fin y al cabo este blog va de eso, ¿no?

 

Pero poco a poco fui encontrando cosas por casa, añadiéndolas y quitando flores. En estos casi dos años que llevamos aquí hemos ido acumulando objetos y me dí cuenta de que nuestra vida aquí no es tan provisional como creía. Mi casa es esta ahora y mis cosas están aquí, ya no recuerdo nada de lo que tengo en España, todo metido en un trastero. Si en dos años no he necesitado nada de lo que hay ahí, es que no eran cosas tan importantes.

Este es mi tablero de inspiración para Floritismo y para mi vida. Quizás está un poco vació pero no necesito mucho más porque todo lo importante está en él.

En primer lugar y mi mayor fuente de inspiración es mi hija Emma, representada por  algunas cosas que compré para decorar su primer cumpleaños (unas cañitas y unas servilletas muy monas) y un chupete. Es irónico porque nunca ha querido chupetes, pero tengo una buena colección de ellos, y los utiliza para jugar.

[Salto]Gracias a Emma empecé este blog. Soñé con ella durante cuatro años. Nada de lo que hacía me llenaba porque quería ser madre. Ahora veo que ser madre no era un fin, solo un primer paso hacia lo que soy ahora. No era mi intención dejar mi trabajo cuando naciera y dedicarme en cuerpo y alma a cuidar de ella, pero fue así porque no podía ser de otra manera. Tenía que quedarme embarazada y ser madre aquí en Panamá, para verme obligada a dejar mi trabajo y encontrarme a mi misma… y a seguir avanzando porque esto no acaba aquí.

Gracias a ella y a nuestras circunstancias, descubrí que quizás lo que durante toda la vida tenía planeado no era la mejor opción para mí. Que el éxito no tiene porque ser tener un super trabajo o un super sueldo. Que en el fondo no significa nada, si tienes que pasar 14 horas al día, 6 días a la semana fuera de casa. Quizás es éxito de cara a los que te ven desde fuera, pero de cara a ti misma es un Fracaso con mayúscula, porque no eres dueña de tu tiempo y eso te hace muy infeliz.

 

 

Después añadí unos hilos de punto de cruz. Simbolizan el pasado, lo que una vez fuí y desapareció. Ántes de empezar la universidad era una persona muy creativa: pintaba, hacía punto de cruz, cantaba, tocaba el piano, la guitarra y el violín, escribía canciones y componía mis propias melodías, leía miles de libros, tuve un fanzine y hasta tuve una especie de blog cuando ni siquiera existían los blogs. Pero empecé a estudiar y luego a trabajar, y toda esa creatividad desapareció porque mi mente no daba para mas, no me quedaban fuerzas después de tanto esfuerzo, así que lo fui dejando todo.

El último cuadro de punto de cruz lo empecé en primero de carrera, era un regalo de bodas para mi hermana. Hace ya 14 años de eso, y nunca lo acabé. Cuando supe que iba a dejar de trabajar lo traje a Panamá para acabarlo cuando tuviera tiempo, pensé que a ella le haría ilusión. Pero poco después se divorció así que ya no tiene sentido que acabe ese cuadro. Me quedé con un montón de hilos preciosos en tonalidades rosas y verdes, que es mi combinación de colores favorita, así que algún día les daré otro uso, quizás haga otro cuadro, no lo sé.

Ahora me resulta chocante que estudiar una ingeniería no sea creativo, cuando lo que deberían salir de ahí son Ingenieros, es decir, personas que utilizan el Ingenio y para ello se necesitan grandes dosis de creatividad. Pero en lo que nos convertimos al menos en mi caso, es en borregos,  programados para hacer que nuestras empresas ganen mucho dinero. A cambio recibíamos un pequeño soborno, un coche de empresa y un móvil y ya nos sentíamos super importantes. Vendí mi creatividad y mi esencia al mejor postor.

 

Las conchas y el coral son de San Blas. San Blas es un conjunto de 365 islas a dos horas de Ciudad de Panamá, en pleno mar Caribe. Es un lugar increible, podeis verlo en mi instagram, donde a veces cuelgo fotos. Ahí no ha llegado la civilización occidental porque está gobernada por los indios Kunas que no permiten que se edifique nada.

Nos encanta ir cada vez que tenemos un fin de semana libre, que no es muy a menudo porque mi marido sigue siendo ingeniero y por lo tanto trabajando 14 horas al día 6 días por semana… Pero cuando vamos, nuestra mente se clarifica.

 

 

Son islas muy pequeñas, con cabañas de madera y muebles handmade, no hay cobertura, ni bares, ni corriente, no hay nada que hacer ahí, salvo hablar, jugar con la arena y bañarse. Es un lugar muy inspirador para nosotros y solemos conversar mucho, sobre nuestro futuro.

Cuando estamos ahí nos entran ganas de dejarlo todo y dedicarnos un año sabático. Pero siempre hemos ido a pasar solo una noche y no es tiempo suficiente. Luego en la ciudad solemos decir que nos faltó un día mas en San Blas para acabar de decidir que queremos hacer con nuestra vida.

 

Las flores, lazos, puntilla y la cinta de florista simbolizan como he canalizado todos estos sentimientos tras mi maternidad. Como pasé de sentirme alguien con éxito, a un fracaso, a alguien con éxito otra vez. Las flores es algo bonito y real, es como un tablero de Pinterest que puedes tocar y mirar, y te hacen sentir bien. A mi me hacen sentir conectada con el mundo. Escribir sobre ellas, tocarlas, fotografiarlas, me ha servido para conocer otros mundos muy diferentes a ese en el que vivía donde sólo cabía acero y hormigón.

Las dos ramas de eucalipto de los extremos tienen casualmente forma de curva, de manera que parece que todo lo que me inspira esté dentro de un círculo. Y para cerrar el círculo, me he dado cuenta de que el incluir flores en este tablero no es solo porque en este blog se hable de flores, como pensaba cuando empecé a montarlo, sino que este blog habla de flores por el efecto que tienen ellas sobre mí y por eso están en el tablero de inspiración.

Puede que este ejercicio me haya servido para marcar un antes y un después en el blog. Hasta ahora nunca escribía temas personales porque pienso que no importan a nadie. Ahora me doy cuenta de que me importan a mí y me sirven para conectar mas conmigo misma, así que gracias a HelloCreatividad por potenciar que saque todo esto que ya no recordaba que tenía dentro. A partir de ahora lo tendré presente mas a menudo y lo utilizaré como fuente de inspiración cuando las fuerzas me fallen.

El lunes os espero con la última entrega de La Floripedia dedicada a las peonias, como comprarlas y como cuidarlas en casa, con un montón de fotos chulas de gente guapa del #clubdefansdelaspeonias de instagram.

Un abrazo y feliz domingo,

Anna