* Un post de Anna Simonet (Anna and Co) que por cierto estrena web, ¡enhorabuena!

¡Buenos días flori-amigas! La planta de hoy es una palmera muy utilizada en interiores por la belleza de sus hojas -perenne- arqueadas y de un verde profundo.

Es de la familia de las arecaceae y proviene de Australia. Hoy hablamos de la famosa Kentia.

La habrás visto en muchos sitios, oficinas, casas y quizás también en terrazas y jardines (aunque no muy soleados). La Kentia triunfa en los interiores por varias razones la más obvia es por sus hojas, para mi es como una explosión de verdes y de frescura pero sin perder elegancia. Estas hojas están como recortadas con mucha delicadeza delicadeza.

Además, es innegable, la Kentia es la planta que hace viajar tu casa, tiene un toque tropical y elegante.

Más allá de las modas y tendencias como el “tropical mood”, “urban jungle” o la locura de las suculentas, la Kentia es una opción segura que se adaptará a la decoración que tú-misma creas: un ambiente tropical, un jardín interior, un rincón verde…

Si tienes un espacio lineal, un mueble bajo, unas estanterías que juegan con la horizontalidad, la Kentia será perfecta para romper esta línea y crear la altura inesperada, para crear la “verticalidad” que llamará la atención.

Será tu elemento de interés, el elemento “wow” tan buscado en decoración.

Si decides poner una Kentia en tu vida, ten en cuenta algunas cosas:

• Es algo sensible cuando se trata de luz. Soporta la penumbra pero prefiere la luz, mucha luz. Sin embargo, no podría soportar recibir el sol directo.
• Como muchas plantas, la Kentia prefiere la sequía al exceso de agua. Si la riegas demasiado, verás aparecer manchas en sus hojas, las puntas se volverán negras y podría llegar a morir.
• Tiene unas raíces muy delicadas y se rompen con mucha facilidad por lo que no te aconsejo trasplantar tu Kentia. Mejor tener un poco de vista a largo plazo y tener desde el principio una buena maceta, un sistema de drenaje y un espacio suficiente para que la planta esté a gusto.

Un truco más para tu Kentia:

Si las puntas de las hojas se oscurecen puede ser por 2 razones: exceso de riego o ambiente demasiado seco. Dobla la punta negra y mira si se rompe en seco o si se dobla.

¿Se rompe? Pulveriza la planta con agua, el ambiente es quizás un poco seco (la calefacción del invierno no le suele gustar a la Kentia).

¿Se dobla? Seguramente tiendes a regar demasiado la planta. Deja que se drene bien el agua y no riegues más de una vez a la semana. Pon el dedo en la tierra, si es húmedo, no riegues. Y tranquila, ya sabemos que es por un exceso de amor 😉

Yo tengo una en el jardín, está entre bambús y va muy bien. Es que tengo la suerte de tener un espacio exterior muy subtropical en el medio de Barcelona, eso sí, lo comparto con millones de mosquitos.

¿Conocías esta planta?

Como siempre, ¡un placer estar aquí!

Hasta muy pronto,

Anna Simonet

@annaand_co