Lara nació el pasado 27 de agosto de 2015, a las 3.45 a.m., en Barcelona. Pesó 2,930 Kg y midió 47,5 cm.

Nos recuerda muchísimo a Emma de recién nacida, son iguales físicamente. Sin embargo, Lara es un poco mas tranquila, tanto que a veces me olvido que tengo otra niña. Puede dormir 5 horas seguidas, luego comer en cinco minutos y volver a dormirse. Apenas hace unos gemiditos cuando tiene hambre y pocas veces llora.

Es como esos bebes que nos contaban algunos conocidos y de cuya existencia siempre dudé. Mi marido y yo los atribuíamos a la imaginación de sus padres y pensábamos que era imposible que fuera verdad, ¿bebés que sólo duermen y nunca lloran?. Nos sonaba a ciencia ficción. Aunque en el fondo nos moríamos de envidia. Pues bien, debimos ser muy buenos en otra vida porque ahora nos ha tocado un bebé “de esos”. Y os aseguró que nos sentimos muy afortunados.

La miro y pienso que esto debe ser de verdad la “slow-life” de la que tanto se habla. Su cara de calma cuando duerme o su cara de disfrute cuando come,… Todos los instantes los vive como el momento de su vida, feliz y agradecida. Y yo intento pasar el máximo tiempo posible a su lado, o con ella encima, sin hacer nada, solo mirándola y acariciándola.

Intento pasar el máximo tiempo con ella encima, porque esa calma se contagia. Porque estos primeros días pasarán muy rápido y no volverán nunca.

Y todo el tiempo que paso con ella, sin pensar en nada mas que en ella, en darle el pecho y en cambiarle los pañales, es tiempo de calidad, tiempo de calma y lentitud, que no quiero que acabe nunca. Esa debe ser la verdadera “slow-life” de la que tanto se habla, y me gusta.

Muchas gracias Lara por elegirnos. Somos muy afortunados de tenerte con nosotros. 

Bienvenida al mundo.